Libro: «Dumesnil y otras historias»

ISBN: 9789871791101





CAPITULO I

El río Suquía ensancha su caudal favorecido por el descenso, hasta que la magia se transforma en la simple forma que tiene el ser humano de vivir en sociedad y aparece el pueblo, para llenar el paisaje con casitas y ranchos, La Calera y más abajo Dumesnil. La luz del sol arrebata la húmeda sensación de flotar entre los cerros y en el camino se esparcen pequeños cantos rodados, desabridos y secos. Hasta que por esas cosas del espectáculo serrano un par de subidas y bajadas abren el telón, atravesado el pueblo entre curvas y caserío aparece el pequeño dique que desafía su final de compuertas con un puente angosto hecho del más sólido hierro que lo cruza como una cuchillada.

No conforme con terminar de esa manera, deja deslizar varios hilos de agua desde pequeñas perforaciones de su estructura de hormigón, para hacerse río nuevamente; mientras que a sus costados nacen dos brazos en forma de canales que llevan el bendito tesoro por la pendiente hacia la gran ciudad, briosos de espuma y remolinos corcoveando entre sauces y talas se pierden sin nombrar al pequeño embalse de agua que les da la vida y que por alguna tribulación del destino se llama: “dique Mal Paso…“.

Las vías del tren, frías como siempre.

Extraido de Dumesnil y otras historias p.19

PRÓLOGO

Si hablo de mis letras

No es fácil decir en primera persona; uno lo hace cuando quiere sentir que su ego está vivo o tal vez, en este caso, por ejemplo, encontrar las letras que, unidas entre ellas, formen palabras que a su vez organicen enunciados…

Es aquí cuando el ego golpea la puerta de mi alma.

Si ella me contesta, la escritura será simple y clara como el agua que brota de una vertiente. Para aquel que no conoce la magia de una fuente de agua, quiero narrarle que desde la piedra nace un burbujeo irregular, constante, que esconde con primoroso encanto las entrañas de su principio… Las he visto en medio del valle que enfalda la montaña o en pequeñas grietas que lloran musgo en su descenso hacia la tierra.

No es mi deseo localizar el talismán mágico que le da la vida, porque si lo encontrara tendría miedo de perder la magia.

Allí está. Burbujeante, silenciosa… 

Así es mi alma…

Cuando encuentro el camino a la vertiente de mi esencia, las letras dejan de ser signos sobre el papel y se transforman en páginas extraídas de algún tratado inmemorial. 

Vuelvo entonces a mi ego, que a estas alturas es pequeño y liviano como una pelusita de esas que se desprenden del trigo cuando la primavera lo obliga a florecer, vuela libre a mi alrededor; se zambulle en la vertiente que mi alma laboriosa protege para que no se seque, y las letras forman palabras dominadas por el idioma de mi Babel heredada; se agrupan y resoplan entre ellas con el deseo de llegar a otras almas que esperan silenciosas… para despertar… y ser vertientes…

Silvana

FILBA 2023, sigue el camino que lleva al lector a la vieja fábrica Hércules, agradezco las oportunidades que me dan mis hijos literarios.